El Pleno de la Asamblea, en el marco de la sesión 698, con 112 votos, declaró al 30 de marzo de cada año como el “Día Nacional de las Trabajadoras Remuneradas del Hogar”, fecha conmemorativa que pretende reconocer el trabajo de cuidado que realizan a diario, así como reivindicar su actividad económica y productiva desde muchos hogares ecuatorianos.
La resolución exhorta al Gobierno para que, por intermedio de la institución rectora del trabajo del país, realice las acciones de planificación y gestión que se requieran para la difusión mediática y promoción de esta Declaratoria, así como la elaboración de disposiciones reglamentarias y formulación de políticas públicas dirigidas a garantizar la protección social y laboral de las trabajadoras remuneradas del hogar, eliminando, además, la infravaloración y feminización de la actividad laboral en el territorio nacional.
Igualmente, se formula un llamado a los entes rectores y a los gobiernos autónomos descentralizados de todas las provincias y ciudades del país, para que incluyan en su calendario cívico e histórico, el 30 de marzo de cada año, como el “Día Nacional de la Trabajadora Remunerada del Hogar”, así como coordinar acciones con otras entidades públicas para la plena vigencia y aplicación de esta Declaratoria.
Así mismo, el texto resolutivo dispone que el 30 de marzo de cada año, el Ministerio de Trabajo, como ente rector de la política laboral, entregue a la Asamblea Nacional, a través de la Comisión de los Derechos de los Trabajdores y la Seguridad Social, un informe sobre los avances de las acciones de control del cumplimiento, promoción y garantía de los derechos de las trabajadoras remuneradas del hogar.
Esta fecha fue escogida en virtud de que el 30 de marzo de cada año se conmemora el “Día Internacional de los Derechos de las Trabajadoras Remuneradas del Hogar”, en alusión a que en 1988 se realizó el primer Congreso Latinoamericano de Trabajadoras Remuneradas del Hogar, que tuvo como resultado la conformación de la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadoras del Hogar (Conlatraho).
Comisión general
Paola Mera, en representación de la organización CARE-Ecuador, subrayó su apoyo a las trabajadoras remuneradas del hogar, sector que no fue contemplado en la Ley de Apoyo Humanitario, que también fue afectado por la pandemia y fue víctima de despidos, sin indemnizaciones. Añadió que antes de la pandemia se registraban 56 904 contratos de trabajo; ahora solo constan 31 mil, al advertir que es un segmento laboral que todavía mantiene muchas desigualdades, incluida la falta de afiliación a la seguridad social.
De su lado, Lenny Quiroz, de la Unión Nacional de Trabajadoras del Hogar y Afines (Untha), solicitó que se reconozca el aporte de las personas que trabajan en actividades del hogar, que se mire de distinta manera y que se valorice esta actividad como un verdadero aporte al desarrollo del país.
Entre tanto, Maritza Zambrano, del Sindicato Nacional Único de Trabajadoras Remuneradas del Hogar (Sinutrhe), recordó la evolución que ha tenido, a nivel mundial, el cuidado remunerado del hogar, tanto para niños, niñas, adolescentes, personas adultas mayores, así como a personas con discapacidad, razón por la cual este segmento laboral tendrá una creciente demanda en las próximas décadas, sobre todo en el caso de mujeres. “Nuestra lucha siempre fue alcanzar el derecho a un trabajo con una remuneración justa”, aseveró.
Las tres comparecientes solicitaron que la Asamblea declare al 30 de marzo de cada año como el “Día Nacional de las Trabajadoras Remuneradas del Hogar”, como un reconocimiento a sus derechos laborales.
Karina Artega, presidenta de la Comisión de los Derechos de los Trabajadores y la Seguridad Social, ponente de la resolución, agradeció al titular de la Legislatura, César Litardo Caicedo, por haber priorizado el tratamiento de este tema, acogiendo la preocupación de muchas mujeres que luchan por reivindicar sus derechos, frente a la precariedad en la que desarrollan sus actividades.
Aseguró que el control del Estado respecto del cumplimiento de los derechos de este sector laboral es casi nulo, lo cual ha permitido que miles de mujeres sean sometidas a una especie de nueva esclavitud, en lo que atañe a la relación laboral dentro de los hogares del país. La pandemia, solo profundizó esta problemática, enfatizó, al justificar la necesidad de declarar al 30 de marzo para conmemorar a las trabajadoras del hogar.
En un corto debate, Silvia Salgado, Liliana Durán, Mónica Brito y Rodrigo Collaguazo, destacaron la trascendencia de esta declaratoria, que tiene que ir más allá de la sola conmemoración de un sector laboral, hacia la exigencia del reconocimiento de las trabajadoras del hogar como sujetas de derechos; que sea el Ministerio de Trabajo el garante fiel del cumplimiento de las garantías que les corresponde; y que se rinda cuentas ante la Asamblea de los avances de este proceso. (Asamblea Nacional)