El debate presidencial obligatorio estará dividido en al menos cuatro espacios de intervenciones, en los que incluso los candidatos podrán hacerse preguntas entre sí con un objetivo: propiciar la controversia.
Este domingo, 21 de marzo, a las 20:00, el Consejo Nacional Electoral (CNE) realizará el debate obligatorio entre los dos candidatos presidenciales finalistas auspiciados por alianzas políticas, Andrés Arauz, de UNES, y Guillermo Lasso, de CREO-PSC, quienes participarán en la contienda de la segunda vuelta electoral del 11 de abril, en la que se elegirá al presidente y vicepresidente de la República para los próximos cuatro años.
El Comité Nacional de Debates Electorales está trabajando en la elaboración de las preguntas que se harán a los aspirantes políticos y que se mantendrán en reserva hasta el día del evento.
Esta instancia aún no ha informado cuántas preguntas se elaboraron. Pero extraoficialmente se conocieron los ejes temáticos alrededor de los cuales girará este diálogo político.
Estos versan sobre la (1) economía y empleo; (2) la salud, vacunación, seguridad social y desnutrición infantil; (3) democracia e institucionalidad estatal, que agrupa a microtemas como independencia de poderes, participación ciudadana y transparencia.
También (4) educación, desarrollo humano y tecnología; y, (5) relaciones internacionales, movilidad humana y desarrollo sostenible.
Aunque los consejeros habían planteado al Comité que se añada otro sobre seguridad ciudadana.
La dinámica con la que se realizaría este evento, y que aún no es aprobada oficialmente por el pleno, establece que cada eje temático se discuta durante doce minutos, en los que se incorporará un cruce de preguntas y hasta un espacio de cierre.
En detalle, el candidato tendrá un minuto y treinta segundos para responder a cada pregunta; y se permitiría que su contendor tenga 30 segundos para hacerle una pregunta u observación.
El interpelado tendrá un minuto para responder a esa consulta.
El otro candidato tendrá otros 30 segundos para replicarle. Luego, quien está exponiendo tendrá un minuto para contestar y completar su propuesta.
Cuando concluya, seguirá el adversario en esa misma dinámica.
Un segundo bloque será para realizar preguntas de “interés social”, que duraría siete minutos.
La propuesta consiste en hacer tres preguntas a los presidenciables sobre temas de interés general, que serán planteados por la moderadora. Cada uno tendría hasta 40 segundos para responder.
Habrá un tercer espacio para una pregunta final, que tiene como objeto crear un ambiente emocional, con una pregunta ‘motivadora’, en la que los presidenciales tendrán un minuto y treinta segundos para responder.
Y finalmente el cierre, para el que Arauz y Lasso tendrán un minuto para transmitir un mensaje a los electores.
Este debate se realizará en Guayaquil, en las instalaciones de la estación televisiva TC Televisión, desde las 20:00, y contempla una duración de al menos una hora y treinta minutos.
La moderadora que el Consejo escogió fue a la periodista ecuatoriana Andrea Bernal, que actualmente colabora para las cadenas NTN24 y RCN de Colombia, reveló ayer el vicepresidente Enrique Pita.
La presidenta, Diana Atamaint, dijo también que está previsto que hoy se instale una plenaria para definir por sorteo público y con la presencia de un notario el orden de aparición en cada bloque de los aspirantes presidenciales.
A la par de este espacio electoral, que es obligatorio, la sociedad civil organizó un debate, pero para los candidatos vicepresidenciales: Carlos Rabascall, de UNES, y Alfredo Borrero, de CREO-PSC.
Son ocho entidades de la academia y organizaciones no gubernamentales los organizadores, como Grupo Faro, las universidades Católica del Ecuador, de Loja, Casa Grande, que invitaron a este debate a Rabascall y Borrero, el cual se realizará a las 20:00 de hoy (jueves) en Guayaquil, en el set del canal Telerama.
El formato de debate sufrió un cambio porque Borrero, quien es el compañero de fórmula de Lasso, se excusó de asistir.
La directora del Grupo Faro, Ana Cristina Muñoz, aseguró que trabajarán por mantener el formato, que se dividió en tres fases. En una primera, con la presencia de Rabascall, dialogarán sobre empleo, emprendimiento y reactivación económica; salud, pobreza y educación.
Luego se harán preguntas rápidas sobre derechos humanos, seguridad, género, lucha contra la corrupción y cambio climático. Y, finalmente, se profundizará en los temas abordados a lo largo del debate, que sería como “una entrevista” a Rabascall.
Muñoz expresó que el mensaje que se quiere resaltar a los políticos es la importancia de debatir, aunque con la ausencia de Borrero tuvieron que “ajustar” el formato.
“No va a haber alguien ahí que ponga sobre la mesa los temas del otro candidato, pero sí va a haber cuatro representantes de la sociedad civil y la academia que conocen las temáticas y van a poner los argumentos, y será un formato de un debate, en el que se mantendrán los tiempos. Hemos hecho un esfuerzo de adaptar el formato y mantener la idea de que es un intercambio de ideas”. (El Universo)