A la pena agravada de catorce años y ocho meses de privación de la libertad fue sentenciado Robinson Duval C. Y., colombiano de 27 años, como cómplice del delito de violación.
El Tribunal de Garantías Penales de Orellana le impuso el pago de 5.000 dólares como reparación integral a la víctima y de 500 salarios básicos unificados como multa, que deberá entregar a la administración de justicia.
El fiscal del caso, Óscar Chasiguasin, comprobó su complicidad en el delito, con el testimonio anticipado de la víctima, el de sus padres, de los agentes aprehensores y otros testimonios periciales.
Robinson Duval C. Y. apuntó a la cabeza de una joven de 20 años para que no se resista, mientras otro hombre la violaba. Además, apresuraba a su compinche, diciéndole que ya era su turno para cometer el mismo delito.
Los dos agresores y otros cuatro ciudadanos ingresaron a la casa de la familia de la víctima horas antes del ataque sexual y amordazaron a todos.
El objetivo era robar una furgoneta, una camioneta, una moto, tres guadañas una bomba de fumigar y un plasma. Ocurrió la noche del 27 de noviembre de 2014.
Cuatro de los atracadores abandonaron el lugar en los vehículos, pero dejaron con armas de fuego a Robinson Duval C. Y. y a otro más para vigilar a la familia, mientras ellos cruzaban la frontera. Una vez logrado este cometido (a las 06:00), los dos centinelas asesinarían al padre de familia y huirían. Fue el plan que habrían fraguado.
Sin embargo, a las 04:00 de la madrugada del día 28, quisieron violar a una adolescente de 12 años, que fue defendida por su hermana, de 20. Entonces, los malhechores decidieron llevarse a la mayor.
El padre, al escuchar lo que le hacían a su hija, logró soltarse y –sin que se percaten los asaltantes– corrió por ayuda. Regresó inmediatamente con un familiar armado con una carabina.
Robinson Duval C. Y. no consiguió consumar el delito sexual, pues dispararon con la carabina a la puerta de la casa y se desató un cruce de balas, que dejó al ahora sentenciado herido en la pierna. Los dos agresores huyeron por atrás de la finca y tomaron caminos distintos.
A las 08:00, la Policía encontró a Robinson Duval C. Y. deambulando en una de las vías del cantón Joya de los Sachas, dejando huellas de sangre en la calzada. Cuando fue aprehendido admitió que estuvo en el asalto y que fue uno de los que se quedó a vigilar para que los otros cruzaran la frontera. La joven de 20 años lo reconoció como el hombre que le apuntaba en la cabeza, mientras su compañero la violaba.
Dato jurídico
Con base en el Código Orgánico Integral Penal (COIP), al autor de este delito le correspondería una pena agravada de veintinueve años con cuatro meses, por las circunstancias agravantes del hecho.
Según el artículo 43, inciso final, del COIP: “el cómplice será sancionado con una pena equivalente de un tercio a la mitad de aquella prevista para la o el autor”.
Entonces, el Tribunal impuso al sentenciado la mitad de la pena prevista para el autor, es decir, catorce años y ocho meses, precisa la sentencia notificada por escrito.
