Durante las seis semanas entre septiembre y diciembre de 1918, una pandemia de gripe H1N1 mató al 1% de la población mundial. Un estudio epidemiológico del 2002 (de Johnson y Mueller) reveló que murieron entre 50 y 100 millones de personas por la Gripe Española.
Pero la “Gripe Española” no empezó en España.
Evidencia científica demuestra que la Gripe Española se originó en el condado rural de Haskell, Kansas (Estados Unidos).
¿Por qué llamarla Gripe Española?
Porque el mundo vivía el fin de la Primera Guerra Mundial y los gobiernos controlaban celosamente la información; excepto en España -dónde había libertad de prensa-. En España, los medios reportaron la aparición de la nueva gripe -y empezó a ser reconocidad como “gripe española”.
¿Por qué controlar la información? Como dijo Arthur Bullar, miembro del Committee on Public Information (Comité de Información Pública) estadounidense: “la verdad y la falsedad son términos arbitrarios. La fuerza de una idea yace en su valor inspiracional. Poco importa si es cierto o falso…”
Para el historiador John Barry en The Great Influenza, cuando la epidemia explotó, el Gobierno (estadounidense) aseguraba diariamente a la población que todo estaba bien. Esto destruyó la credibilidad de los funcionarios públicos.
En áreas rurales, la gente empezó a morir de hambre por el temor de acercarse a alguien más. “La gente no tenía en quien confiar…”, escribió Barry.
Pero era 1918.
Lo que me lleva a los cisnes.
En 2007, Nassim Nicholas Taleb publicó “The Black Swan: The Impact of the Highly Improbable”. Siendo reduccionista, postulaba que hay eventos inesperados como los cisnes negros -que no se conocieron en Occidente hasta el siglo XVIII-.
La Gripe Española fue un cisne negro. Inesperado. De alto impacto.
¿El Covid-19? ¿Otro cisne negro?
Nassim Taleb y otros analistas consideran que esta pandemia es un “rinoceronte gris” (todos los rinocerontes son grises; con matices desde el gris-tierra-amarillenta hasta el gris-piedra).
Covid-19 es un “rinoceronte gris”. Predecible.
En septiembre de 2019, la OMS había advertido al mundo los riesgos de una pandemia. Si en la actualidad hubiera un brote similar (a la Gripe Española) “…podría matar entre 50 y 80 millones de personas” y liquidaría “casi el 5% de la economía mundial”, decía el reporte.
Y llegamos a mayo 2020. Más de cien años después, la fórmula informativa se replicó en muchos países. Control de contenidos, manejo de cifras, anuncios irrelevantes, contradicciones entre voceros, minimización de riesgos -por el bien común- … en una pandemia la verdad suele ser la primera baja.
Excepto que las redes sociales, los pro-sumidores, la tecnología, han cambiado las formas-tiempos-espacios de comunicación.
Y la verdad queda exhibida (convaleciente).
Fuente: https://medium.com/@andresseminario/gripe-espa%C3%B1ola-cisnes-y-verdad-f1d567479221