La inestabilidad económica agravó la situación del mercado laboral. El mayor impacto estuvo en la población que aspira a tener un trabajo adecuado.
Las cifras del 2019 cerraron ratificando lo que el ciudadano venía percibiendo hace algunos meses atrás: en el país cada vez es menos posible hallar una plaza de trabajo, peor si la aspiración es lograr un empleo con buen sueldo y con acceso a desechos. Según el INEC, a diciembre del 2019, la tasa de desempleo cerró en 3,8 %, casi invariable si se la compara a la del 2018 (3,7 %); no obstante, el impacto estuvo en otro ámbito. Hace un año, la tasa de quienes tenían un empleo de calidad era del 40,6 %, pero a diciembre pasado esta cayó al 38,8 %.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), el año pasado 15.037 personas engrosaron la lista de desempleados, una cifra que está muy por debajo de los 115.782 que llegaron a perder un empleo con ingresos laborales iguales o superiores a los que les confiere el salario mínimo y que se benefician de un seguro social.
Ellos pasaron al grupo de Eduardo, un ingeniero comercial que, si bien sigue gozando de una afiliación social, hace seis meses gana por debajo de lo esperado. Este guayaquileño de 35 años cuenta lo difícil que ha sido para él hallar un buen trabajo. En el 2018 fue despedido de una empresa constructora donde ganaba más de $ 1.000 al mes, $ 400 más de lo que hoy percibe como supervisor de taller de una empresa metalmecánica. La gran cantidad de gente desempleada, dice, versus una menor oferta de plazas, está llevando a una pelea constante por encontrar empleo, una situación que hace que las condiciones se precaricen más. Pero, como “para vivir se requiere del factor económico y las deudas no esperan, no hay más que aceptar lo que se tiene mientras se sigue esperando una nueva oportunidad”, refiere.
Según el INEC, la tasa del subempleo (quienes trabajaron menos de la jornada legal y con ingresos inferiores al salario mínimo) también tuvo una diferencia estadísticamente significativa. Esta tasa, a nivel nacional, subió de 16,5 % a 17,8 %, siendo Guayaquil la ciudad más afectada (16,2 %).
El ministro de Trabajo, Andrés Madero, el pasado lunes durante una inspección laboral, adelantó a Diario EXPRESO lo que se venía. Un mercado laboral, que aunque tenga una tasa de desempleo que para él luzca controlada, está perdiendo calidad. La contracción económica por la que atraviesa el país, dice, es la principal razón. “La economía del país crece al 0,5 %, pero nuestra población a más del 2 %.
Desde ahí ya hay una diferencia. Tampoco hay que dejar de negar que hemos recibido a 500.000 venezolanos en el último año, una migración que ha sido descontrolada y agresiva y que atentó a toda la región. Hoy, al 2020, nosotros amanecemos con 160.000 personas más que quieren trabajar”, dijo.
● Desempleo
Quito es la ciudad con la peor tasa. A nivel nacional, Quito se lleva las peores consecuencias. No solo es la ciudad con mayor tasa de desempleo (7,9 %, versus el 2,9 % de Guayaquil), sino la que más empleo pleno ha perdido, con una tasa que en un año pasó de 57,9 % a 54,3 %. Según el INEC, Cuenca goza de un mayor empleo de calidad (63,9 %).
● Por sectores
La agricultura, ganadería, caza y silvicultura y pesca es la que concentra mayor participación en el empleo: 29,4 %. Le sigue el comercio con 17,9 %.
FUENTE: Diario Expreso.