Un nuevo estudio que acaba de ser publicado en el Journal of the American Heart Association, la revista de la Asociación Americana del Corazón, encuentra una asociación entre el tiempo que pasan las mujeres sentadas y los riesgos de sufrir una enfermedad cardíaca. A mayor tiempo de sedentarismo, más papeletas de tener una patología del corazón. El estudio observacional se ha hecho con mujeres posmenopáusicas con una edad promedio de 63 años, con sobrepeso y, en general, con obesidad(de media sus IMC eran de 31 kg/ m2. Un IMC superior a 30 se considera obesidad).
Los investigadores estudiaron los hábitos de sentarse de mujeres hispanas y no hispanasposmenopáusicas con sobrepeso u obesidad, para ver si el tiempo total que permanecen sentadas y/o el promedio de períodos ininterrumpidos de sentarse puede aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y si estas relaciones varían según la etnia.
Lo que se vio es que las mujeres hispanas se sentaban, de media, casi una hora menos al día que las no hispanas (8 horas y media en comparación con más de 9 horas de las no hispanas). También pasaban menos tiempo sentadas de manera ininterrumpida. Sin embargo, cada aumento adicional de 15 minutos en la sesión ininterrumpida se relacionó con un 5% más de azúcar en sangre en ayunas en las hispanas, frente a un aumento de menos del 1% en las no hispanas.
Las mujeres que participaron en el estudio usaron acelerómetros, unos dispositivos que midieron tanto la actividad física como el acto de sentarse. Los llevaron puestos durante 14 días y solo se los quitaron para dormir, ducharse o nadar. También se les midió el azúcar y la resistencia a la insulina con un análisis de sangre. Pues bien los datos que se obtuvieron fueron los siguientes: cada hora adicional que pasaban sentadas, se relacionó con un aumento de más del 6% de la insulina en ayunas y un 7% más de resistencia a la insulina. Cada 15 minutos adicionales en el período medio de permanencia en el hospital se asoció con un aumento de más del 7% de la insulina en ayunas y un aumento de casi el 9% de la resistencia a la insulina.
La autora principal del estudio, la Dra. Dorothy D. Sears, profesora de nutrición del Colegio de Soluciones de Salud de la Universidad Estatal de Arizona en Phoenix, se mostró muy sorprendida de haber encontrado una relación tan fuerte entre la cantidad de tiempo que las mujeres pasaban sentadas y la resistencia a la insulina, incluso después de contabilizar el ejercicio y la obesidad. La resistencia a la insulina es un factor de riesgo para contraer diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular.
"Los hallazgos de este estudio se basan en investigaciones anteriores, incluida la nuestra que mostró en las mujeres mayores que demasiado tiempo en conductas sedentarias, se asociaba con un mayor riesgo de diabetes y enfermedades cardíacas". Sears apunta que reducir el tiempo que se pasa en cama en el hospital mejoraría el nivel de glucosa en sangre y el flujo sanguíneo. También que la práctica de actividad física, incluso aquella diaria y de poca intensidad como cocinar o hacer compras, podría reducir el riesgo de mortalidad y prevenir tanto las enfermedades cardíacas como los accidentes cerebrovasculares.
En cuanto a las diferencias obtenidas según la etnia, Sears comentó la posibilidad de que las mujeres hispanas tengan diferencias genéticas que aumenten los efectos negativos que el estar sentado tiene sobre el azúcar en sangre.
FUENTE: Revista informativa "Muy Interesante".