Unos investigadores han introducido con éxito células madre humanas en embriones de monos en el laboratorio, creando unos organismos híbridos de corta vida que podrían resultar ser un importante paso para desarrollar órganos en los animales para trasplantar a los humanos, o para crear unos mejores modelos animales para estudiar la enfermedad humana.
Las quimeras (organismos que contienen células de dos o más especies) de humano/mono sobrevivieron durante hasta 20 días en placas de Petri, reportó un equipo de investigadores chinos y estadounidenses.
Este tipo de investigación plantea preocupaciones éticas que pueden incomodar a las personas, señaló Nita Farahany, directora fundadora de la Iniciativa de Ciencia y Sociedad Duke en Durham, Carolina del Norte. También es coautora de un editorial publicado junto con el informe en la edición del 15 de abril de la revista Cell.
Es fácil imaginarse escenas de "El planeta de los simios" o a los monos voladores de "El mago de Oz".
"Las personas todavía reconocen que hay una brecha entre los primates humanos y los no humanos, y cuando se comienzan a introducir células humanas en un primate no humano, como un mono, las personas piensan a preguntarse qué se está creando", señaló Farahany. "Las personas se imaginan dónde puede llegar este tipo de investigación, si podemos vencer muchos de los obstáculos científicos entre este punto y ese punto, y creo que por eso las personas se comienzan a sentir incómodas".
Pero este estudio también prepara el camino para unos avances médicos que puedan potencialmente salvar vidas, aseguró el coautor del editorial, Henry Greely, director del Centro de Leyes y Biociencia Stanford, en California.
"La meta a largo plazo de este equipo de investigación es desarrollar órganos humanos en cerdos: riñones, hígados, corazones, etc.", señaló Greely. "Quieren hacerlo para crear más órganos humanos para trasplantes. Cada año, en EE. UU. mueren docenas de miles de personas en una lista de trasplantes, esperando un trasplante".
Los intentos por crear quimeras de humano/cerdo solo han tenido un éxito parcial, porque más de 90 millones de años de historia evolutiva separan a las dos especies, indicaron los investigadores. Unas quimeras de humano/mono exitosas podrían ofrecer pistas que permitirían a los científicos dar el salto a los cerdos o al ganado.
Unos mejores modelos para estudiar la enfermedad
Las quimeras de humanos/animales también podrían ayudar a rellenar las lagunas en nuestra comprensión sobre el desarrollo humano temprano tras la concepción, y mejorar el estudio sobre cómo los virus, las bacterias, los fármacos y los dispositivos funcionan en los humanos, aclararon Farahany y Greely.
"El tipo de modelos animales que tenemos ahora mismo no son suficiente para modelar la mayoría de las enfermedades de las que sufren los humanos, en particular las enfermedades cerebrales de las que sufren los humanos, pero en realidad de ninguna enfermedad", observó Farahany. "Esto significa que cuando se intenta evaluar un fármaco o comprender cómo surge una enfermedad, ahora mismo no tenemos unos modelos muy buenos para hacerlo".
Por ejemplo, una quimera de humano/animal de este tipo podría ayudarnos a comprender mejor por qué el virus del Zika provoca defectos congénitos en los hijos de las mujeres embarazadas que se infectaron, apuntó Farahany.
En 2017, los miembros de este equipo de investigación reportaron que habían incorporado células humanas en tejido de cerdo en etapa temprana, pero la contribución de células humanas fue bastante baja.
Entonces, los investigadores se propusieron crear una quimera en una especie que estuviera relacionada más de cerca con los humanos: la especie de los monos macacos.
Seis días después de que se crearan 132 embriones de mono en el laboratorio, se inyectaron 25 células madre humanas en cada uno.
Tras 10 días, 103 de los embriones quiméricos seguían en desarrollo. La supervivencia pronto comenzó a declinar, y el día 19 quedaban apenas tres quimeras con vida.
Algo importante es que el porcentaje de células humanas en los embriones siguió siendo alto con el tiempo, a medida que seguían creciendo, dijeron los investigadores, lo que significa que las células humanas se estaban integrando en la especie de mono anfitriona.
"Las células humanas sobrevivieron, proliferaron y generaron varios... linajes celulares" dentro de los embriones de mono, comentó el investigador sénior, Juan Carlos Izpisua Belmonte, profesor del Laboratorio de Expresión Genética del Instituto Salk de Estudios Biológicos, en La Jolla, California.
La creación de estas quimeras de humano/mono "nos permitirá obtener mejor información respecto a si hay unas barreras impuestas por la evolución contra la generación de quimeras, y si hay alguna forma en que podamos vencerlas", planteó Izpisua Belmonte en un comunicado de prensa de la revista.
Según Greely, "la esperanza ha sido que las células humanas funcionarían mejor en los embriones de monos, y que podrían averiguar por qué funcionan mejor en los embriones de monos y usar ese conocimiento para hacerlas funcionar mejor en los embriones de cerdos".
La investigación en esas líneas también "podría tener relevancia para comprender procesos como el envejecimiento, que es el factor de riesgo más importante de muchas enfermedades humanas [el Alzheimer, la enfermedad cardiaca, el cáncer] pero que no se comprende bien a nivel celular", apuntó Izpisua Belmonte.
Pocas probabilidades de supervivencia
No había probabilidades de que esos embriones se pudieran convertir en un ser vivo, aclaró Greely. No se implantaron en un útero para la gestación. E incluso si se hubieran implantado, es probable que las diferencias en la cronología reproductiva entre humanos y monos acabaran con cualquier probabilidad de supervivencia.
Sin embargo, este tipo de investigación plantea problemas éticos automáticamente. Y Greely dijo que al equipo de investigación no le favoreció no haber publicitado su trabajo por adelantado.
"Desearía que hubieran hablado más por adelantado sobre lo que estaban haciendo", planteó Greely. "Si las personas hubieran sabido que esta investigación estaba en camino y por qué se estaba realizando, no serían un shock tan grande como despertarse un día y ver titulares sobre humamonos".
Parte de la preocupación es que a los embriones de mono se les inyectaron células madre humanas a las que no se dio ninguna dirección en particular, dijo Farahany.
"Fueron células humanas introducidas en una etapa tan temprana del desarrollo que las células humanas se podían integrar en cualquier parte de lo que podría, al final, convertirse en un primate que naciera", apuntó Farahany. "Es probable que esto sea lo más complejo, los factores desconocidos e incertidumbres que crea. ¿Se podrían tener células humanas en todas sus partes, y qué tanto haría esto que cualquier cosa que resultara de aquí se pareciera a los humanos?".
Greely dijo que hay cuestiones éticas a debatir sobre el tratamiento de los animales implicados en estos estudios, además de la notificación a los donantes humanos sobre el uso de sus células para crear quimeras.
"Siempre y cuando sigan siendo embriones en una placa, hay preocupaciones, pero son relativamente menores. Si se comienza a obtener organismos nacidos, entonces creo que las preocupaciones se agrandan", apuntó Greely. "¿Qué son esas cosas? ¿Cómo deberíamos tratarlas?
¿Degrada a la humanidad de alguna forma que haya cosas por ahí que contengan células humanas?".
Quizá no.
"Señalo que hay varios miles de humanos que están vivos porque tienen células animales en ellos, las personas que tienen válvulas de cerdo y de ganado", añadió Greely. "Hay personas por ahí con partes de animales dentro".
Más información
La Universidad de Stanford ofrece más información sobre la ética de la creación de quimeras de humanos/no humanos.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Nita Farahany, PhD, JD, founding director, Duke Initiative for Science & Society, Durham, N.C.; Henry Greely, JD, director, Stanford Center for Law and the Biosciences, Stanford, Calif.; Cell, April 15, 2021