En el marco del Día Mundial de la Tuberculosis (TB), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha advertido que el diagnóstico de nuevos casos de la enfermedad en las Américas se redujo entre un 15 y 20 por ciento durante 2020 respecto del año anterior debido a la pandemia por COVID-19.
Según el organismo internacional, esa situación hace peligrar el progreso de las acciones realizadas hacia el fin de la TB. La enfermedad “sigue teniendo un costo devastador en el mundo, y es inaceptable que la gente sufra y muera por algo prevenible y curable”, ha señalado la directora de la OPS, Carissa Etienne.
“Los servicios de salud han sufrido durante la pandemia. Tenemos que hacerlo mejor. Tenemos que diagnosticar a más personas para que puedan ser tratadas y curadas. Tenemos que mantener nuestros compromisos para reducir la carga de la tuberculosis en nuestra región y en todo el mundo”, ha insistido.
Los datos preliminares han indicado casos no diagnosticados por los servicios de salud el año pasado en la región y una continuidad en la trasmisión de la infección. Afortunadamente, para el último trimestre del 2020 en varios países la notificación de casos se ha venido recuperando gracias a los esfuerzos realizados por los programas nacionales de TB de reactivar las intervenciones de búsqueda de casos.
Asimismo, se ha estimado que las medidas preventivas de protección respiratoria -como el uso de mascarilla- adoptadas ampliamente por la población para prevenir la COVID-19 podrían haber contribuido a una menor transmisión de la TB y otras infecciones respiratorias a nivel de la comunidad. Sin embargo, aún no se tienen datos que lo corroboren.
Durante el último año de pandemia, los determinantes sociales de la tuberculosis, como la pobreza, la desnutrición, el desempleo y las condiciones de vivienda, se habrían deteriorado en poblaciones en situación de marginalidad y vulnerabilidad social, algo que puede facilitar el desarrollo de la enfermedad. Hasta el momento no hay información sobre el efecto de la pandemia en la mortalidad por TB, pero se espera que al igual que con la detección de casos, haya un impacto negativo.
“Necesitamos garantizar el acceso a los servicios esenciales de diagnóstico y tratamiento oportuno de la TB para salvar vidas y evitar la tuberculosis multirresistente, que es más difícil de tratar”, ha señalado Rafael López Olarte, asesor regional en tuberculosis de la OPS/OMS.
También ha destacado las acciones tomadas por los países para mantener el tratamiento de los pacientes durante la pandemia, como tratamiento directamente observado por video y seguimiento por llamadas telefónicas, así como dispensación de medicamento semanal o mensual sin que el paciente tenga que recurrir al establecimiento de salud.
La tuberculosis es una de las infecciones que más muertes causan en el mundo. Según los últimos datos disponibles, se estima que 290.000 personas enfermaron de TB en 2019 en las Américas, y que, de ellas, 54.000 no fueron diagnosticadas o sus casos reportados.
Brasil, Perú, México, Colombia y Haití concentraron casi el 70 por ciento de los casos notificados. Además, 22.900 personas murieron en 2019 por TB en la región, 5.900 de ellas vivían con VIH.
Más esfuerzos hacia la eliminación
Las Américas (2,9 por ciento), junto con Europa (2,5 por ciento), son las regiones con la carga más baja de TB del mundo. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 ha hecho peligrar los logros alcanzados en la lucha para poner fin a la enfermedad para 2050.
“Nuestra región está a la cabeza de la eliminación de la TB, pero debe hacerse un esfuerzo constante para mantener los logros, y esto exige la acción concertada de todos los sectores para proporcionar los servicios necesarios, personal de salud capacitado en la detección, una red de laboratorios donde se haga el diagnóstico, la disponibilidad de medicamentos recomendados y todo un sistema de apoyo para que la persona afectada pueda cumplir el tratamiento a cabalidad”, ha insistido López Olarte.
La búsqueda activa de personas que tuvieron contacto con alguien con TB para brindarles tratamiento preventivo es también parte de la estrategia recomendada por la OPS/OMS para poner fin a la enfermedad. Si se garantiza la plena implementación de estas medidas no solo se logra cortar sustancialmente la transmisión de la infección y la enfermedad sino también el desarrollo de farmacorresistencia. Perú y Brasil representan el 52 por ciento de todos los casos de tuberculosis multirresistente del continente. (Edición Médica)