El presidente de Rusia, Vladimir Putin, le deseó hoy “buena salud” a su homólogo estadounidense, Joe Biden, en respuesta a las declaraciones de este en las que le calificó de “asesino”.
En cuanto a las declaraciones de mi colega estadounidenses, nosotros, como él dijo, nos conocemos personalmente. ¿Qué le contestaría? Yo le diría: ‘Tenga buena salud’. Le deseo buena salud”, dijo Putin en videoconferencia con representantes de Crimea.
Tras los buenos deseos, aclaró que “el que lo dice lo es”. “Siempre vemos en los demás nuestras propias cualidades, pensando que son como nosotros”, declaró Putin en televisión, añadiendo que esperaba que Biden se encuentre bien y matizando que Moscú no cortará lazos con Washington pero que trabajará con Estados Unidos cuando a Rusia le resulte “beneficioso”.
Horas antes el vocero del Kremlin declaró que las declaraciones del presidente Estados Unidos, Joe Biden, en las que dijo que considera “un asesino” al presidente ruso, Vladimir Putin, demuestran que no quiere mejorar las relaciones con Rusia.
“Diré solamente que son unas muy malas declaraciones del presidente de Estados Unidos. Demuestran que no quiere mejorar las relaciones con nuestro país, y en adelante vamos a partir de ello”, dijo Dmitri Peskov, su en rueda de prensa diaria.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, concedió una entrevista en la que dijo estar de acuerdo con definir al presidente ruso como un “asesino”. No sólo eso. Un día antes de sus declaraciones, las agencias de inteligencia estadounidenses acusaron a Rusia e Irán de haber intentado interferir en las elecciones presidenciales de noviembre de 2020.
En un informe de 15 páginas, todos los servicios de inteligencia de EE.UU., incluida la CIA y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, en inglés), concluyeron que Putin interfirió a favor del ahora expresidente Donald Trump, quien perdió frente a Biden en los comicios.
En concreto, las agencias de inteligencia afirman que Putin “autorizó” una “amplia gama” de operaciones para minar la confianza pública en el proceso electoral y exacerbar las divisiones en EE. UU., con el fin de ayudar a Trump y dañar tanto a Biden como al Partido Demócrata.
Todo esto provocó que Rusia llamara a su embajador en Washington, quien dejará Estados Unidos el próximo sábado. “En reuniones en el ministerio ruso de Relaciones Exteriores y en otros organismos, se analizarán las maneras de corregir la relación ruso-estadounidense actualmente en crisis”, escribió en su página en Facebook la embajada rusa en Estados Unidos.
Según la sede diplomática, las “declaraciones imprudentes de responsables estadounidenses corren el riesgo de provocar el colapso de relaciones ya de por sí conflictivas”.
La diplomacia rusa explicó que había llamado a consultas a su embajador en Washington Anatoli Antonov después de las declaraciones de Biden. El hecho de llamar a consultas a su embajador es un hecho raro en la diplomacia rusa.
El presidente de la cámara baja rusa, Viacheslav Volodin, aseguró que Biden había “insultado” a todos los rusos y “atacado” a su país con estas declaraciones. Un vicepresidente de la cámara alta, Konstantín Kosachev, le pidió “explicaciones y disculpas”.
Pero la Casa Blanca defendió este miércoles el estilo “directo” del presidente estadounidense a la hora de criticar a Rusia y a su homólogo ruso.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, no quiso comentar directamente sobre la decisión de Moscú de llamar a consultas a su embajador en Washington, pero defendió las declaraciones de Biden, quien calificó en una entrevista de “asesino” a Putin.
“Nuestro Gobierno va a tener un enfoque hacia Rusia distinto al de la anterior Administración. Vamos a ser claros y vamos a ser directos en áreas en las que tengamos preocupaciones”, dijo Psaki durante su rueda de prensa diaria. (El Espectador)