El Acuerdo Multipartes con la Unión Europea (UE) ha traído beneficios económicos al país, pero aún quedan cabos sueltos en los temas ambiental, laboral y de derechos humanos. Estos criterios se expusieron en el Taller del Acuerdo entre la UE y Ecuador, Colombia y Perú.
Así, el empresario Genaro Baldeón mostró las cifras sobre el crecimiento del superávit de la balanza comercial (exportaciones vs. importaciones) entre el país y el bloque europeo. En 2019, la balanza fue de $ 330 millones; pero en el 2020, pese a la pandemia, subió a $ 1.410 millones.
Al hacer un zoom a la balanza no petrolera, se puede ver que esta duplicó el superávit entre 2019 y 2020 al pasar de $ 710 millones a $ 1.522 millones. Entre los productos que más se vendieron desde Ecuador están banano, camarón, preparaciones de pescado, minerales y cacao en grano.
En cambio, desde Europa se traen aceites y productos de destilación, productos farmacéuticos, vehículos, aparatos de cirugía, insecticidas, entre otros.
El embajador de la Unión Europea en Ecuador, Charles Michel Geurts, explicó que es importante hacer una evaluación sobre los resultados, tanto económicos, laborales, sociales, ambientales como de derechos humanos que se han desprendido del acuerdo multipartes con este bloque regional.
Explicó que en un ejercicio de transparencia se ha invitado a consultores independientes para conversar sobre diversos hallazgos. De acuerdo con el embajador, más allá de las cifras económicas se puede ver que el acuerdo puede aprovecharse más.
Pero en todo caso, para el embajador, hay temas importantes obtenidos como un marco jurídico estable y previsible, que permite a los diversos actores económicos realizar negocios e inversiones con seguridad. El acuerdo le ha permitido al país adoptar normativa internacional que le ha llevado a manejarse de manera más armónica con otros mercados internacionales. También comentó que se abrió un espacio para que la sociedad civil tenga una voz importante a través del Comité Consultivo.
El funcionario europeo dijo que el 2020, pese a la pandemia, fue un año excelente para Ecuador y que la balanza comercial ecuatoriana tuvo un gran desempeño con un superávit de $ 1.500 millones de euros (unos $ 1.800 millones). Entre los factores para este buen comportamiento se cuentan la buena calidad de productos y estrategias comerciales de exportadores.
Como parte de la estrategia comercial, Ecuador logró compensar la caída de compras de la UE con el ingreso a países como Dinamarca, Estonia, Eslovenia y Croacia, con los que antes no se realizaba actividad comercial.
El ministro de Producción, Comercio Exterior e Industrias, Iván Ontaneda, recordó que en 2020 el sector productivo se paralizó por unos meses, pero luego se crearon estrategias de comercio bajo normas de bioseguridad que permitieron que continuara la actividad productiva. Destacó que Ecuador haya crecido en 10% en sus exportaciones no petroleras.
Derk Bienen, participante del equipo evaluador, explicó que sin el acuerdo Ecuador habría perdido el acceso preferencial SGP, pues estas preferencias unilaterales solo se dan a los países de ingresos medianos, pero al Ecuador alcanzar una mejor posición ya no calificaba. El acuerdo le permitió a Ecuador ponerse en igualdad de condiciones competitivas con países vecinos como Ecuador y Perú.
Por su parte, Elizabeth Bravo, de Acción Ecológica, hizo observaciones a las condiciones laborales y ambientales de dos de los sectores exportadores, que han tenido importante crecimiento en la UE: bananero y camaronero.
La ambientalista dijo que el principal beneficiario es el UBESA (antes Dole) y asegura que se usan 29 agrotóxicos en el proceso, 8 de los cuales son prohibidos por la UE. Esto generaría efectos adversos en la salud de trabajadores y personas que viven en el sector de influencia.
Con respecto a las camaroneras, denunció que estas han destruido manglares. Pero que ahora están yendo hacia tierras altas, afectando humedales. (El Universo)