La Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó ayer miércoles la apertura de un nuevo juicio político contra el presidente saliente, Donald Trump, en esta ocasión bajo la acusación de "incitación a la insurrección" tras el asalto de la semana pasada al Capitolio por parte de una turba de sus seguidores, que dejó cinco muertos.
Donald Trump se convirtió así en el primer presidente de Estados Unidos en ser acusado por segunda vez por la Cámara de Representantes, que lo envió a juicio en el Senado por "incitar a la insurrección" en la toma del Capitolio por sus partidarios.
Una semana antes de que Trump deje la Casa Blanca, todos los demócratas y 10 republicanos votaron a favor de este segundo "impeachment" histórico. En total, la acusación recibió 232 votos contra 197, con diez legisladores republicanos sumándose a la totalidad de la bancada demócrata.
"Sabemos que el presidente de EE.UU. incitó esta insurrección, esta rebelión armada contra nuestro país común. Debe irse. Es un peligro claro y presente para la nación que todos amamos", sostuvo Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara Baja, en el debate previo a la votación.
Estados Unidos vive una tensión política sin precedentes recientes después del violento asalto al Capitolio de la pasada semana por una turba de seguidores de Trump, que dejó cinco muertos.
Este cargo contra el presidente republicano desencadenará un juicio en el Senado, pero no se espera que la Cámara Alta se ocupe del asunto hasta después de que el demócrata Joe Biden sea investido como el 46° presidente de Estados Unidos el 20 de enero.