Offline
La carga viral dentro del cuerpo determina la rapidez de la propagación
La pandemia que hace historia
Publicado en 07/01/2021

 

El primer caso detectado de COVID-19 se registró el 17 de noviembre de 2019 en Hubei, China. Desde entonces, se han registrado más de 86 millones de casos alrededor del mundo, y 1.872.129 personas han fallecido a causa de esta enfermedad, de acuerdo los datos del Centro de Recursos de Coronavirus de la Universidad Johns Hopkins.

 

Si bien las indicaciones para prevenir el virus son claras y simples (mantener distancia con otras personas, evitar tocarse la cara, lavar frecuente las manos) y los síntomas comunes, tales como tos, fiebre, y dificultad para respirar, son identificables visiblemente, las dinámicas virales en los pacientes infectados continúan siendo estudiadas.

 

Un factor importante en el contagio de una enfermedad es la carga viral, que es la cantidad total de virus que una persona tiene dentro de su cuerpo. La cuarentena y el aislamiento permiten que exista una distancia entre las personas, se evite la propagación del virus, y se recuperen aquellos infectados al no seguir transmitiendo la carga viral de una persona a otra. Sin una cura el aislamiento es crucial para disminuir la exposición al virus.

 

Entre más exposición exista hacia al virus, hay mayor probabilidad de absorber una alta carga viral y de contraer una enfermedad grave. Por otro lado, si sólo se tiene contacto con una persona infectada de COVID-19 la carga viral será menor y las probabilidades de una enfermedad grave también.

 

El término carga viral es utilizado comúnmente en pacientes con VIH o SIDA para determinar la cantidad de virus que tienen en la sangre y otros fluidos y órganos del cuerpo. Por ejemplo, una vez que un paciente de VIH o SIDA empieza un tratamiento antirretroviral sus niveles de carga viral disminuyen hasta un punto en el cual la enfermedad ya no se puede transmitir: el objetivo de las medicinas es mantener la carga viral indetectable.

 

La cantidad de carga viral también podría ayudar a que los médicos predigan la evolución de un paciente. Un estudio elaborado por la Escuela Icahn de Medicina del Hospital Monte Sinaí en Nueva York concluyó que las personas cuyos cuerpos reportaban una gran cantidad de coronavirus a menudo se enfermaban de manera grave y tenían más probabilidades de morir, en comparación con los que portaban mucho menos virus y era más probable que salieran relativamente ilesos.

 

Con estos datos, los médicos podrían distinguir a quienes pueden necesitar un chequeo de oxígeno solo una vez al día, por ejemplo, de aquellos que necesitan ser monitoreados más de cerca, explicó Daniel Griffin, médico especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Columbia al New York Times.

 

Analizar la carga viral poco después de la exposición, por ejemplo, podría ayudar a revelar si las personas que mueren a causa de la COVID-19 son más propensas a tener cargas virales altas al comienzo de sus enfermedades.

 

La carga viral alcanza sus valores más altos en la nariz (la principal vía de transmisión) y en la garganta durante la primera semana de la enfermedad, de acuerdo a un estudio publicado en la revista médica The Lancet.

 

Comentarios
¡Comentario enviado exitosamente!