A fin de fortalecer la cadena de valor de la industria láctea es necesario captar la producción informal de leche, fue el criterio generalizado de las autoridades que comparecieron en la Comisión de Soberanía Alimentaria y Desarrollo del Sector Agropecuario y Pesquero, en el marco del análisis de la situación que atraviesa el sector lechero industrial.

En la sesión 81 del organismo legislativo, el primero en intervenir fue Rodrigo Gallegos, director Ejecutivo del Centro de la Industria Láctea, quien subrayó que existe un crecimiento sostenido de la informalidad en este sector, debido a la distorsión de precios, en una cadena que parte del productor, luego el intermediario, el procesamiento, la comercialización y termina en el consumidor.

Se trata de un sector productivo en el cual intervienen más de un millón y medio de ecuatorianos, quienes dependen directa e indirectamente de la industria láctea, dijo, al indicar que en la actualidad han cambiado las generaciones, los hábitos de consumo y, contrario a lo que se esperaría, existe una demanda formal cada vez más decreciente.

Aseguró que la distorsión de precios es un fenómeno que se produce a nivel mundial, sin embargo, el efecto es diferente en otros países que cuentan con un sistema flexible, respecto de la realidad ecuatoriana, donde se mantiene una política rígida, por lo que es necesario ir hacia una flexibilización, si se quiere dar competitividad a este sector.

De su lado, el ministro de la Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca, Iván Ontaneda Berrú, ratificó que existe una sobreoferta de leche en Ecuador, pues se producen más de seis millones de litros diarios, esto hace que el 58 % de los intermediarios incumplan con el pago del precio base del litro leche en finca (42 ctv.), lo cual genera una distorsión en el mercado.

Frente a esto, el ministro dijo que se han adoptado medidas, entre ellas, la implementación de buenas prácticas productivas; vigilancia permanente del mercado; participación en el Comité Técnico de Leche y Productos Lácteos; propuesta del Plan de mejora competitiva de la cadena láctea, con la participación de todas las asociaciones productivas; y, la aplicación del Acuerdo Nacional de Producción más Limpia, con estrategias de ahorro de energía y gestión de residuos.

También, se han tomado acciones para mejorar la calidad de los derivados de la leche. En este ámbito, se estableció la Propuesta de Denominación de Origen Protegido para el Queso Amasado del Carchi; asistencia técnica para la aplicación de buenas prácticas de manufacturas; plan quesero que incluye créditos con tasas preferenciales; tecnificación de la producción a través de la instalación de micro plantas productivas; y, establecimiento de un polo de desarrollo lácteo en Montúfar, Carchi.

Finalmente, los representantes de las agencias de Regulación y Control Fito y Zoosanitaria (Agrocalidad) y de Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa), expusieron las actividades de control de la producción de leche en fincas, el número de litros destinado a la industrialización; el total de insumo para derivados, como la producción de queso; y, el total del residuo (suero de leche) para la utilización en alimento para animales, entre otros usos.

Solo en lo que va de 2020 se han realizado 444 operativos de control, incluyendo el  proceso de pandemia y, como consecuencia, el 56 % de los decomisos se da por el uso de antibióticos, otras causas son: estabilidad proteica y uso de neutralizantes.