Sin un empleo estable por la pandemia del coronavirus, Alejandro se vio obligado a refinanciar una deuda que mantiene con una tarjeta de crédito. Después de optar por esa operación quedó con la sensación de que los intereses son altos, sin considerar que debe pagar un rubro por gestión de cobranza.
Álvaro también tuvo una percepción similar al tener que hacer un refinanciamiento con su tarjeta. El interés que debe pagar es del 16,06 % anual, algo que estima considerable en una economía dolarizada.
El refinanciamiento es una operación a la que decenas de clientes de la banca están recurriendo en medio de esta pandemia para extender pagos de créditos o tarjetas. Otras opciones son la restructuración y novación de créditos.
La primera alternativa reduce el monto de las cuotas de una deuda, ampliando el plazo para cancelar, pero implica el pago de intereses, impuestos y, a veces, contribuciones especiales. Cuando se accede al refinanciamiento el crédito vigente se cancela y es remplazado por uno nuevo.
Y si bien esa figura supone un alivio a las cuotas mensuales a pagar por los créditos, algunos estiman que la tasa de interés sigue alta en medio de esta situación económica, aluden clientes que exponen sus casos en redes sociales y en la cuenta de Superintendencia de Bancos.
Los bancos más grandes están cobrando tasas del 16 % para estos refinanciamientos.
El Banco Pichincha, el más grande del sistema financiero de Ecuador, ha realizado un total de 29 125 operaciones de refinanciamiento y restructuración que suman $268 millones entre marzo y agosto.
Ignacio Maldonado, vicepresidente ejecutivo de Negocios del Banco Pichincha, indica que la entidad tiene alternativas de alivio financiero para dar respuestas a las necesidades de los diferentes segmentos de clientes a los que presta servicio.
Según Maldonado, los titulares de microcréditos son los que más se han acogido a las opciones disponibles de refinanciamiento y restructuración.
Dentro del segmento de microcréditos, que aglutina el mayor número de operaciones en este banco, el plazo en las restructuraciones se ha incrementado en catorce meses, pasando de 32 a 46 meses. Mientras que en el caso de los refinanciamientos, el tiempo promedio es de doce meses, pasando de 33 a 45 meses.
El banco señala que la tasa de interés que se aplica depende del tipo de crédito contratado y se fija en virtud de la normativa vigente.
Así, por ejemplo, si un cliente tiene una deuda de un crédito de consumo por $5000 y quiere refinanciar a dos años, la tasa de interés que pagaría es del 16,06 %. El interés se cobra sobre el saldo del capital y en este caso asciende a $879. El monto que terminará pagando es de $5943,12, valor que incluye seguro de desgravamen.
El Pichincha en las operaciones de refinanciamiento ofrece tres cuotas de gracia, un periodo que aplica al pago del capital refinanciado. Los intereses generados y la prima del seguro de desgravamen deben ser pagados normalmente.
Dentro del ramo de crédito comercial también se han registrado altas operaciones de refinanciamientos. En el Banco del Pacífico, el segundo más importante del sistema financiero, la mayor cantidad de refinanciamientos por la pandemia se han realizado en el tipo de crédito comercial.
Según el banco, durante el periodo de la pandemia ha refinanciado 2074 operaciones por un valor de $720 816 205,82.
La entidad refiere que aplica la misma tasa vigente de la operación que se refinancia o la establecida para el segmento del cliente.
Bajo este esquema, por ejemplo, si un cliente tiene deuda de un crédito de $1000 y quiere refinanciar a un año pagaría $128,40 de interés, tomando en cuenta una tasa del 16,0630 %. El banco ofrece seis meses de gracia.
Otras personas recurrieron a préstamos quirografarios del IESS para cruzar deudas. Jorge, quien tenía una deuda con una tarjeta de crédito, intentó refinanciar el consumo con el banco con un interés alto, pero se inclinó mejor por un préstamo emergente del IESS a una tasa del 7 % y tres meses de gracia para cubrir el pago de la tarjeta.
La Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca) aún no posee datos de las operaciones totales de refinanciamientos de personas naturales en esta pandemia, pero indica que de marzo a junio del 2020 el sector ha realizado más de 2,1 millones de operaciones de alivio financiero. Allí se incluyen procesos de diferimientos en los cuales los clientes dejaron de pagar las cuotas de sus créditos sin afectar su calificación crediticia.
Tras ofrecer las alternativas de diferimiento, los clientes pueden optar por acceder a refinanciamientos, restructuración o novación de sus créditos, indica Julio José Prado, presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador.
El monto de medidas de alivio financiero realizados por la banca privada asciende a un total de $10 000 millones, lo que significa que el 35 % de la cartera total de la banca recibió un alivio financiero, según Asobanca.
Medidas especiales hasta después del fin del estado de excepción
Las medidas de alivio financiero y sus condiciones especiales estarán vigentes 60 días después de la culminación del estado de excepción.
El estado de excepción decretado por el Gobierno por la pandemia del COVID-19 culminó el 13 de septiembre.
En ese periodo de emergencia, los diferimientos de pagos crecieron, pero comenzaron a bajar porque las personas tratan de hallar otras alternativas para cubrir sus obligaciones.
Del monto total de las medidas de alivios financieros (diferimientos), el segmento que más participación tuvo fue el de consumo, que representa el 45 % del total de la cartera de diferimientos extraordinarios ($4522 millones).
El segmento que le sigue es el comercial-productivo que representa el 25 % del total de la cartera de alivios financieros, que suma un monto de $2800 millones.
Fuente: Diario El Universo.