La Fundación para la Democracia Internacional ratifica su denuncia sobre esclavitud en la construcción de los estadios para la Copa Mundial de Fútbol de 2022, instancia deportiva que, según lo previsto, se realizará del 21 de noviembre al 18 de diciembre de ese año en Catar.
De acuerdo con la última actualización del informe Detrás de la pasión, actualmente hay más de 6.500 trabajadores muertos, una media de 12 vidas por semana desde el 2010, cuando se designó a la nación asiática como sede de la justa deportiva.
Por ello, desde la fundación se ha exigido la intervención del presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), Gianni Infantino. Igualmente se ha pedido reiteradamente a las asociaciones de fútbol a nivel mundial que tomen cartas en el asunto.
El presidente de la fundación, Guillermo Whpei, denuncia las violaciones de los derechos humanos en Catar, adonde viajan miles de inmigrantes procedentes de Nepal, India, Pakistán, Bangladés, Sri Lanka, Filipinas y Kenia, para trabajar en construcciones como carreteras, vías de ferrocarril, estadios, hoteles y centros de convenciones, entre otras, vinculadas a la Copa del Mundo.
Se detalla que Catar tiene unos dos millones de trabajadores migrantes y estos constituyen el 95% de la fuerza laboral. Casi el 40% trabaja en el sector de la construcción, que ha vivido un repunte al albor de las infraestructuras proyectadas para albergar la competición deportiva.
Los trabajadores están obligados a trabajar entre 16 y 18 horas diarias, siete días a la semana, realizando tareas al aire libre y soportando temperaturas que alcanzan los 50 grados. “Como si esto fuera poco, las viviendas que les proporcionan son espacios reducidos en los que viven hacinados, sin contar con las mínimas condiciones higiénicas”, asegura Whpei.
Se agrega que trabajar en altas temperaturas exige al sistema cardiovascular un esfuerzo extra, esto sumado al estrés por calor produce ataques cardiacos fatales y otros problemas cardiovasculares que provocan la muerte de estos trabajadores.
Además, se indica que aunque se ha abolido del sistema kafala de esclavitud moderna, hasta hace poco prevalente en los países del Golfo, aún hoy, en 2021, tanto empleadores como el Estado catarí continúan poniéndola en práctica sobre los obreros.
“La confiscación de los pasaportes -que los trabajadores entregan firmando un formulario-, las altas tarifas de contratación, las condiciones inhumanas en las que realizan su trabajo y se alojan, el no pago de los haberes en término y las prácticas engañosas de captación siguen siendo habituales en Catar”, asegura Whpei.
La fundación ha reconocido los avances realizados en legislación laboral en Catar, la adhesión del país a dos importantes tratados internacionales de derechos humanos, la instauración de un salario mínimo, la instalación de una oficina de Organización Internacional del Trabajo (OIT) en ese Estado y la cooperación de esta con el Estado. Sin embargo, se indica que aún queda mucho trabajo por hacer.
Catar ha sido objeto de varias polémicas desde 2010, incluyendo sospechas de sobornos en relación a la atribución del torneo. (Mi Fútbol Ecuador)