El expresidente francés Nicolas Sarkozy (2007-2012) fue condenado a tres años de prisión tras ser culpable de corrupción y tráfico de influencias por la 32 Sala Penal de la Corte de París este lunes.
La sentencia -que todavía puede ser apelada por la defensa del exmandatario- establece tres años de cárcel, “uno de ellos firme” y dos con suspensión de pena.
El tribunal de parisino además dictaminó que hubo un “pacto de corrupción” entre el mandatario de 66 años, su abogado habitual Thierry Herzog y el exmagistrado Gilbert Azibert, quienes también fueron condenados a la misma pena en el marco del llamado caso de las escuchas iniciado en 2014.
La fiscalía había solicitado una pena de cuatro años de prisión, dos de los cuales firmes, alegando que la imagen presidencial se había visto “afectada” por este caso.
Sarkozy fue condenado por haber intentado corromper, junto con Herzog, a Azibert, cuando éste era juez del Tribunal Supremo.
Según la acusación, el exmandatario buscaba obtener informaciones cubiertas por el secreto profesional e influir en las diligencias abiertas ante la alta jurisdicción relacionada con el denominado caso Bettencourt.
A cambio, habría ofrecido a Azibert su ayuda para obtener un puesto de prestigio al que éste aspiraba en Mónaco, aunque nunca lo consiguió.
Sarkozy, es el primer presidente del país europeo en ser juzgado por causas de corrupción. Previamente, su antecesor Jacques Chirac (1995-2007) había sido investigado y condenado por la justicia por malversación de fondos en la alcaldía de París, pero no asistió al juicio por problemas de salud.
El juicio contra el expresidente francés comenzó en diciembre, tras meses de aplazamiento, y cuando debió declarar ante el tribunal, se mostró indignado por las acusaciones en su contra. “Jamás he cometido el mínimo acto de corrupción. ¡Jamás!”, dijo. (El Tercera)