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¿2021 será el año en que la humanidad se reconcilie con el medioambiente?
Internacionales
Publicado en 13/01/2021

 

Líderes mundiales abrieron el pasado lunes en París la cuarta edición de la cumbre One Planet Summit, destinada a impulsar la lucha para preservar la naturaleza y dar un impulso a las negociaciones internacionales de cara a la COP15 de Kunming (China) sobre biodiversidad, que tendrá lugar en el segundo semestre del año tras ser suspendida en 2020 por la pandemia, detalla la agencia EFE.

 

La gravedad de la situación, con un 60 % de los ecosistemas mundiales degradados, según los datos de la cumbre, impulsó a los participantes a apoyar metas concretas y a acelerar proyectos ya en marcha.

 

Entre ellos, la Gran Muralla Verde africana, lanzada en 2007 para crear una banda ininterrumpida de vegetación y tierras cultivadas de Senegal a Yibuti con la que frenar el avance del desierto del Sahara.

 

Esa iniciativa que prevé restaurar 100 millones de hectáreas recibió compromisos por valor un de 14.326 millones de dólares durante los próximos cinco años, de los que $5.000 millones provendrán del Banco Mundial.

 

Además, en esta convención se realizó el lanzamiento de la Coalición de Alta Ambición para la Naturaleza y las Personas (HAC, por sus siglas en inglés), cofundada por Costa Rica y que pretende trabajar por un acuerdo ambicioso en la cita clave en China.

 

De la HAC forman parte unos 50 países, que juntos representan el 28 % de la biodiversidad terrestre mundial. Este grupo, cuya primera reunión fue en octubre de 2019 en San José, Costa Rica, se compromete a proteger al menos 30 % de las áreas naturales terrestres y marinas para 2030 y a trabajar para que este objetivo sea adoptado mundialmente en Kunming, en el marco de un plan global de acción para la próxima década.

 

“No tengamos miedo, (...) saquemos este reto adelante”, dijo el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, cuyo país preside la HAC junto con Reino Unido y Francia.

 

Entre sus miembros también destacan Chile, Colombia, España, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá y Perú, así como la Comisión Europea.

 

Junto al cambio climático, la pérdida galopante de biodiversidad es uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta el hombre en los próximos años. Entre 1970 y 2016 el mundo perdió más de dos tercios de los vertebrados, con un desplome brutal en algunas regiones, según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

 

Además, cerca de un millón de especies animales y vegetales de un total de ocho millones estimadas en la Tierra corren peligro de extinción, de las cuales “muchas en las próximas décadas”, advirtieron en 2019 los expertos.

 

“2021 debe ser el año en que la humanidad se reconcilie con la naturaleza”, dijo por videoconferencia el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, António Guterres, en la apertura de la One Planet Summit.

 

Pese al llamado de Guterres, el inicio del 2021 no ha sido nada prometedor para el medioambiente. La tala ilegal, la expansión agrícola, la contaminación de ríos por actividades extractivas y el tráfico de especies siguen en aumento.

 

De hecho, en países como Ecuador se denunció, el pasado 4 de enero, que un grupo de personas quitó la protección de algunos nidos de tortugas marinas, las utilizaron para hacer parrilladas, desaparecieron mallas y quemaron el bambú donde había información importante de los nidos.

 

Además, cavaron sobre varios de ellos para llevarse los huevos. El hecho ocurrió en la playa de la comuna Las Tunas, provincia de Manabí.

 

“Fueron afectados tres nidos, más ocho nidos que sacaron la información. Cavaron en nidos y al no encontrarse con los huevos dejaron allí. La gente de la localidad no ha hecho esto, porque tenemos más de 3 meses y nunca había pasado, muchos comuneros van con nosotros para conocer el trabajo de conservación. Se trata de personas que visitaron la comuna Las Tunas (en el último feriado)”, afirma Byron Delgado, quien ayuda en las tareas de monitoreo de los sitios de anidamiento.

 

El lugar donde se ubican los nidos se encuentra en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Machalilla.

 

Michael Moens, director de conservación de la Fundación Jocotoco, comenta que en la zona de Las Tunas se creó la reserva Ayampe, hace más de diez años, en conjunto con los comuneros; y hace dos años se inició un proyecto de conservación de tortugas marinas para monitoreo y protección de los nidos.

 

En el lugar se han detectado, hasta el momento, 278 nidos de tortugas de las especies golfina, verde y cuatro de carey. La última tiene un nivel alto de amenaza.

 

“Es la tortuga más rara y está en peligro crítico de extinción. Esto sería (de darse la eclosión de los huevos) una gran noticia para la especie”, indica Moens.

 

Las crías de tortugas son traficadas en varias provincias del país. Por esto, instituciones como el zoológico de Quito mantienen la campaña #LasTortugasNoSonMascotas. (El Universo)

 

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